Escrito originalmente el 20 de Febrero de 2007.
La nostalgia es la triste sensación de aquel que viaja. Engañarán sus mentes abriendolas libre de complejo al afirmar que no la sienten. Yo he viajado. Ahora me encuentro lejos del hogar y lo que siento mío. Y tengo nostalgia de ello.
Lágrima o llanto el llano pasar del tiempo. España a lo lejos. Lejana pero siempre en el corazón. Bucólico pensamiento de amor a una tierra que al pisar sientes ajena y al marchar es propia. Ver mundo es bello, enriquecedor y lírico, pero cuanto más ves, más anhelas lo que tienes.
España hogar de bribones, sí. Pero son mis bribones y tunantes del espectro social. Erráticos ignorantes quizás, pero mis alegres ignorantes. España cuna de incultos y burros, pero son mis incultos y mis burros. Pobre España gris y podrida, pero ni todo el oro de la dinastía de ricos sultanes podría pagar mi amor por ella.
Una España que nos desprecia, pero por la que juré defender el día que me di cuenta del sentimiento de fraternidad por esos tristes burros.
Allende los lugares, he por fin conocido. Me ha costado, pero he comprendido. Labor del pensador es pensar, del escriba es escribir. El escritor es eso y más, pues debe pensar y escribir, pero también comprender. Yo soy yo y mi circunstancia decía Ortega. En este viaje me he superado.
Sin embargo, también reafirmo mi pensar y mi sentir. Liberal, cristiano y español. Eso soy, eso ofrezco y de ahí nace mi educación. En ese aspecto Ortega se equivocaba. Yo no soy yo y mi circunstancia. Yo soy yo y mi sentido personal. Errante y vagabundo del pensamiento.
He nacido de nuevo. La vida da otra oportunidad. Dice Descartes: "Ego cogitio ergo sum". Pienso, luego existo. Gran frase.
FIN