14.9.07

Once Upon A Time I

Había una vez en lo más profundo de las Tinieblas un ángel caído que esperaba algún día su ascensión de la oscuridad; sus alas se habían teñido del negro color de su alma y las lágrimas derramadas, granates, manaban de lo más profundo de su corazón. Había perdido toda esperanza de recuperar el halo de felicidad que rodeaba a sus iguales terrenales, estaba condenada a vagar eternamente por la oscuridad atravesando el fuego sin siquiera sentir el dolor.

Durante las noches abandonaba su trono y paseaba por la Tierra, su antiguo hogar, observando aquel mundo por el que había pasado antes de caer en su propio Infierno, pensando en cada instante, cada acto, que le había llevado a convertirse en el alma errante que era y deseando hacer pagar a todos los culpables por ello. Seguía viviendo unicamente para clamar venganza, oculta en su propia sombra, moviéndose bajo la lluvia y la nieve que daban a su aspecto aún mayor tristeza de la que manifestaba su eterna mirada perdida. No esperaba salvación, no pedía clemencia, ansiaba volver a sentir el cielo sobre su cabeza, el sol sobre su piel, la brisa en su cabello y que su espejo no devolviera aquel reflejo siniestro que era ella misma.

Por cuánto tiempo le acompañaría la oscuridad no podía saberlo, hay cosas que incluso la Princesa de las Tibieblas no llega a averiguar nunca; por más que preguntaba a la luna y las estrellas nunca obtenía respuesta, y cada amanecer regresaba a su trono acompañada de su incertidumbre y su pena, recordando la promesa que hizo antes de caer al abismo, aquel contrato firmado con sangre en el que juraba jamás perdonar el daño a sus seres más queridos y perseguir a los culpables hasta que la justicia les hiciera caer junto a ella para ocupar el lugar que merecían.

Todo ello le había convertido en el ser que era, no había marcha atrás y eso sí que lo sabía, una vez firmado el convenio su alma pertenecía al Infierno que estaba dispuesta a reinar sin mirar atrás, al fin y al cabo estaba ahí por aquello que más quería, permanecería allí hasta que consiguiera llevar al culpable a la espiral de dolor y sufrimiento que antes ella misma había padecido cuando aún era humana... y que era la principal causa de su caída.

Pero para ello aún tendría que pasar tiempo y seguir manteniendo la paciencia que le caracterizaba.

4 comentarios:

aL* dijo...

mu bueno, me ha encantao el tema jiji, que va a ser una especie de continuación o se quedará así??

Morgana dijo...

Mmm... pues la verdad es que en un principio tenía la idea de que fuera un único post, pero he empezado a escribir sin parar y al final he decidido hacer más partes.

No sé cuántas haré porque depende de cuánto dé de sí mi imaginación para hablar de vivencias propias en tercera persona ( XD ), pero no sé, supongo que como mínimo habrá dos o tres más entregas :-D

aL* dijo...

wooo q bien chaval!!!!!!!!!!!!!! jajaja con lo que me molan estas cosillas!!!!

Morgana dijo...

Ya estoy pensando la siguiente y espero que no pasen eones hasta que la termine, así que en breve... ¡tendrás el nuevo capítulo disponible! :-P