Dos amigas que no se veían hace tiempo, jugando un quinito por la noche, se contaban sus aventuras y desventuras de los días que salían de fiesta, las borracheras que se habían cogido, la mierda que se metían por el cuerpo, las faltas a clase, su ritmo de vida.
- No te reconozco - le dijo riéndose una a la otra.
Su amiga sólo se limitó a seguirle la risa, pero en el fondo, pensaba en el por qué estaba haciendo todas aquellas cosas que no tenían ningún sentido. Sólo le servía para olvidar toda la noche y al día siguiente seguir jodida por lo mismo de siempre...
11.10.08
4.10.08
Vida
Distritos en blanco, fuente inagotable de ideas urbanas. Lo cierto es que muchas veces nos preguntamos el por que de las cosas. Sin pararnos a pensar que igual que no tienen sentido. A veces irradiamos historias. Historias que acaban en el mismo momento en que comenzamos a escribirlas, como una estrella fugaz que surcó un cielo nocturno.
El sol es un astro, una estrella mas no fugaz. Perdura. Y pervive. Día tras día, el alma cambia, sobre la certeza de que maduramos. Somos fugaces, da igual el tiempo que nos empeñemos en negarlo. Seres finitos perdidos en un universo que no lo es. Dicen que el amanecer inspira la vida, y el atardecer la muerte. ¿Pero que es entonces la propia noche? ¿Un vacío errante?. No, pues el vacío no se mueve, es solamente la nada.
Y sin embargo... pensamos. Y el pensamiento nos mantiene vivos, aún. Las puertas del inframundo todavía no se cerraron para nosotros, tristes mortales. Vampiros ansiosos de la sangre del vecino, lo desangramos y luego nos entristecemos (quizás).
Somos luz en un mundo de tinieblas. Estamos, tal vez, vivos.
El sol es un astro, una estrella mas no fugaz. Perdura. Y pervive. Día tras día, el alma cambia, sobre la certeza de que maduramos. Somos fugaces, da igual el tiempo que nos empeñemos en negarlo. Seres finitos perdidos en un universo que no lo es. Dicen que el amanecer inspira la vida, y el atardecer la muerte. ¿Pero que es entonces la propia noche? ¿Un vacío errante?. No, pues el vacío no se mueve, es solamente la nada.
Y sin embargo... pensamos. Y el pensamiento nos mantiene vivos, aún. Las puertas del inframundo todavía no se cerraron para nosotros, tristes mortales. Vampiros ansiosos de la sangre del vecino, lo desangramos y luego nos entristecemos (quizás).
Somos luz en un mundo de tinieblas. Estamos, tal vez, vivos.
Hoy va por las tentaciones
Tentaciones. Se ponen delante de tí burlándose para que caigas una y otra vez, para que cada vez que caes, te hundas y tardes dos días en volver a levantar cabeza. ¿Y para qué? Para que ese mismo día,la tentación vuelva a aparecer y vuelvas a recaer. Somos tontos. Tontos y masocas. Aunque sepamos que hay algo que nos hace daño, nosotros vamos directamente a ello sabiendo lo que va a ocurrirle a nuestro estado de ánimo, a nuestros días, a nuestra vida... Cuando sabes que no caer en esas tentaciones puede ser la solución a tu problema, ni siquiera se hace el gran, o mejor dicho, el grandísimo esfuerzo, de tener un par de ovarios y hacer lo correcto y no volver a caer en ellas.
27.9.08
Almas
Dicen que el frío resuelve las cuestiones de la vida y de la muerte. Realmente resultaría extraño afirmar tan categóricamente las cosas, pues yo aún no se lo que es morir, no lo he experimentado jamás. Solamente saber que las cosas se vuelven distintas, es decir, mejores... pues ya parece invitarnos a aceptar la muerte. ¿Pero se acepta realmente la muerte? Quien sabe, yo no lo sé. Quiero creer que sí.
Hay días en que uno piensa. Y piensa porque desde luego se siente capacitado para hacerlo: ¿Qué diferencia la vida de la muerte? ¿Es quizás la felicidad? ¿Es el cuerpo? ¿Es el alma?. Decía Descartes que somos un alma encerrada en un cuerpo. Sí, me convence esa explicación, tal vez porque yo soy un alma, y el cuerpo una cárcel maldita. Un cuerpo que es finito y mortal, un alma que no perece.
Sin embargo, cuantas noches de vigilia nos cuesta comprender. Muchas. Tal vez, en el fondo, no comprendamos nunca la muerte, hasta que no llegue. Y entonces, el ser humano, lo que mundanamente se entiende por el hombre, se vuelva ceniza. ¿Por qué? Supongo que porque Descartes tenía razón: Soy un alma encerrada en un cuerpo mortal.
Rostros desfigurados cubren el camino que lleva al Hades. No sé muy bien porque pero esas caras las conozco. Son las caras de muertos, pero no de cualquier muerto, sino de aquéllos que significaron algo. Resulta una paranoia intentar descifrar esa hilera de rostros deformados. Son tal vez, sueños de pesadilla. Las viejas Nightmare. Pero no resulta menos creíble la ruptura de todo aquello que consideramos sólido.
In dubio pro reo... Buen lema, hasta para las almas.
Hay días en que uno piensa. Y piensa porque desde luego se siente capacitado para hacerlo: ¿Qué diferencia la vida de la muerte? ¿Es quizás la felicidad? ¿Es el cuerpo? ¿Es el alma?. Decía Descartes que somos un alma encerrada en un cuerpo. Sí, me convence esa explicación, tal vez porque yo soy un alma, y el cuerpo una cárcel maldita. Un cuerpo que es finito y mortal, un alma que no perece.
Sin embargo, cuantas noches de vigilia nos cuesta comprender. Muchas. Tal vez, en el fondo, no comprendamos nunca la muerte, hasta que no llegue. Y entonces, el ser humano, lo que mundanamente se entiende por el hombre, se vuelva ceniza. ¿Por qué? Supongo que porque Descartes tenía razón: Soy un alma encerrada en un cuerpo mortal.
Rostros desfigurados cubren el camino que lleva al Hades. No sé muy bien porque pero esas caras las conozco. Son las caras de muertos, pero no de cualquier muerto, sino de aquéllos que significaron algo. Resulta una paranoia intentar descifrar esa hilera de rostros deformados. Son tal vez, sueños de pesadilla. Las viejas Nightmare. Pero no resulta menos creíble la ruptura de todo aquello que consideramos sólido.
In dubio pro reo... Buen lema, hasta para las almas.
22.8.08
#X
"Te quiero", "Te deseo", "Te necesito"... Cuántas cosas se puede decir con una mirada.
No te das cuenta pero sólo tienes que saber interpretarla.
No te das cuenta pero sólo tienes que saber interpretarla.
19.7.08
Meditaciones Turcas: Octavo Capitulo
Escrito originalmente el 20 de Febrero de 2007.
La nostalgia es la triste sensación de aquel que viaja. Engañarán sus mentes abriendolas libre de complejo al afirmar que no la sienten. Yo he viajado. Ahora me encuentro lejos del hogar y lo que siento mío. Y tengo nostalgia de ello.
Lágrima o llanto el llano pasar del tiempo. España a lo lejos. Lejana pero siempre en el corazón. Bucólico pensamiento de amor a una tierra que al pisar sientes ajena y al marchar es propia. Ver mundo es bello, enriquecedor y lírico, pero cuanto más ves, más anhelas lo que tienes.
España hogar de bribones, sí. Pero son mis bribones y tunantes del espectro social. Erráticos ignorantes quizás, pero mis alegres ignorantes. España cuna de incultos y burros, pero son mis incultos y mis burros. Pobre España gris y podrida, pero ni todo el oro de la dinastía de ricos sultanes podría pagar mi amor por ella.
Una España que nos desprecia, pero por la que juré defender el día que me di cuenta del sentimiento de fraternidad por esos tristes burros.
Allende los lugares, he por fin conocido. Me ha costado, pero he comprendido. Labor del pensador es pensar, del escriba es escribir. El escritor es eso y más, pues debe pensar y escribir, pero también comprender. Yo soy yo y mi circunstancia decía Ortega. En este viaje me he superado.
Sin embargo, también reafirmo mi pensar y mi sentir. Liberal, cristiano y español. Eso soy, eso ofrezco y de ahí nace mi educación. En ese aspecto Ortega se equivocaba. Yo no soy yo y mi circunstancia. Yo soy yo y mi sentido personal. Errante y vagabundo del pensamiento.
He nacido de nuevo. La vida da otra oportunidad. Dice Descartes: "Ego cogitio ergo sum". Pienso, luego existo. Gran frase.
FIN
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